Fuente: El confidencial
Es duro encontrarse de que te han suplantado tu identidad en la red, además del mal uso que están realizando en una o varias redes sociales con tu perfil (fotos privadas, comentarios groseros, insultos a tus conocidos y familiares...). Es algo que no podemos dejar "pasar" por alto, hay que erradicarlo lo antes posible.
El siguiente artículo que os hago un "copy & paste" a través del twitter de @policia, me ha parecido interesante y que la gente debe de saber.
Si eres víctima de una suplantación de identidad en la red no dudes en leerlo y usar los servicios que disponen para acabar con el problema. Mucha suerte con el problema.
Alguien se hace pasar por mí en las redes y hace comentarios dañinos en mi nombre
La suplantación de identidad es el ilícito que más crece en internet y conlleva, en muchas ocasiones, una importante crisis de reputación 'online' para los perjudicados
Un familiar me advirtió de que no debía mantener un tono tan altivo en las redes sociales. El comentario me sorprendió enormemente porque yo, salvo Linkedin, no tengo perfiles en otras redes sociales. Al parecer, según he podido comprobar, alguien se ha hecho pasar por mí en Twitter, ha creado una cuenta con mi foto y la ha utilizado para insultar y polemizar, llegando a oídos de familiares, amigos e incluso compañeros de trabajo. Ahora me toca ir uno por uno explicando que no soy yo quien hace esos comentarios. ¿Puedo hacer algo frente a ello?
La suplantación de identidad es uno de los comportamientos ilícitos más frecuentes en la red. Desde un punto de vista jurídico, este tipo de comportamientos tienen un claro encaje en nuestro ordenamiento jurídico, aunque puede adoptar diferentes tipologías.
Es habitual que busquemos nuestro propio nombre en internet y nos encontremos con que alguien ha abierto un perfil en una red social con nuestro nombre y nuestra fotografía, e incluso que se haga pasar por nosotros y realice actividades ilícitas en la red, tales como insultar, amenazar o incluso estafar a otros usuarios de la red.
Si la conducta consiste simplemente en registrar un perfil ficticio sin utilizar los datos ni la fotografía de nadie en concreto, la acción no tiene repercusión desde el punto de vista jurídico, más allá del incumplimiento de los términos de uso de la red social y la posible eliminación del perfil por los administradores de la página, algo que podremos abordar de manera sencilla apoyándonos en un experto para que nos lo resuelva.
Pero, en el caso en que el perfil sí utilice nuestra fotografía o nuestros datos, se estaría produciendo, en primer lugar, un ilícito civil por vulneración del derecho a la propia imagen, reconocido expresamente en la Constitución, e, igualmente, una vulneración de la normativa en materia de protección de datos, por la utilización no consentida de los datos de un tercero.
Si nos encontramos ante esta desagradable situación, debemos buscar ayuda a través de un experto y comenzar a actuar. La reacción puede tener muy diferentes manifestaciones, ignorar y tolerar la existencia del perfil fraudulento no resulta nada recomendable, por los daños tan graves que se pueden causar, ya que pueden vulnerar su honor e imagen, afectando a su esfera personal y profesional, e incluso ocasionarle perjuicios económicos producto del robo de identidad cometido. En su nombre pueden adquirir compromisos, firmar pequeños contratos, llegar a pactos, solicitudes de créditos… diferentes ilícitos que pueden iniciarse con una simple usurpación de identidad en una red social.
Por eso, lo más aconsejable es ponerse en manos de profesionales expertos que nos ayuden a acudir a las autoridades policiales pertinentes para denunciar la infracción. La experiencia nos dice que una de las vías más adecuadas para poner fin a estas situaciones es la notificación a la red social o plataforma en cuestión, ya que suelen actuar de manera implacable ante este tipo de situaciones, siempre y cuando logremos demostrar y probar adecuadamente este uso irregular del perfil, algo en lo que los expertos nos ayudarán convenientemente para que la reclamación finalice con éxito.
En los últimos años, las redes sociales han tomado conciencia del riesgo que supone tolerar tales actuaciones para su imagen y la seguridad de sus usuarios. Por eso, ante el requerimiento permanente de los usuarios, y una vez realizadas las oportunas comprobaciones a raíz de la denuncia presentada, podrían proceder a dar de baja aquellos perfiles que puedan resultar fraudulentos. A tal efecto, este tipo de redes han creado unas potentes herramientas de reporte de abuso que permiten señalar las infracciones detectadas.
Además de lo señalado, el daño que originalmente se ha iniciado en una red social podría llegar a extenderse por otras diferentes, foros de opinión e irse viralizando hasta significar una auténtica crisis de reputación 'online' para la persona suplantada, pudiendo acabar con su buen nombre o con el de su negocio si no se actúa a tiempo.
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